El lunes 21 de septiembre nos tocó la segunda recolección de algas de arribazón. Pero para esta vez el Grupo Investigador FYBOA (Universidad de Málaga) nos acompañaba para medir el rendimiento de nuestra mar. Y también las hijas de Luisa: Salomé y Enma. Una práctica común en nuestra formación, con nuestros hijas e hijos viviendo el aprendizaje.
El objetivo era poder sacar datos para conocer el rendimiento de la mar en función de la biomasa presente en el arribazón. Intentamos descifrar cuánto arribazón puede llegar para establecer límites reales, razonables y científicos de recolección. Actualmente hay Administraciones que no tienen ni idea ni se preocupan por conocer. Un ejemplo es la Demarcación de Costas Andalucía Atlántico (Cádiz) que ha perdido nuestro expediente de recolección entregado en marzo 2015 por el Director-Conservador del P.N. del Estrecho.
El punto elegido fue las Piscinas de Claudia -Bolonia-, donde FYBOA desenfundó su poderosa aparatología de medición.
Medimos la irradiación solar, pesamos la cantidad de arribazón en una cuadrícula, tanto del arribazón varado en arena, el que flotaba en agua y el recién cortado. El muestreo lo realizamos sobre la especie Cystoseira Usneoide, alga endógena de nuestra zona y muy abundante, con una biomasa.
Medimos con un fluorímetro las unidades equivalentes de capacidad fotosintética, es decir, lo vivas que están las algas. Luego realizaremos extractos y observaremos las diferencias entre ellas, si las hay, para valorar y validar los extractos de arribazón frente a los extractos de alga arrancada del fondo, estrategia de aprovechamiento desechada al existir una alternativa con el arribazón.
Y a todos nos tocó agua...
En esta recolección nos acompañó la oceanógrafa tarifeña Tere Serrano Catalá, que nos mostró sus cualidades como buceadora y en el muestreo. Un lujo, una perla, que debe terminar desarrollando sus conocimientos en el Estrecho, para bien de nuestra sociedad, para el aprovechamiento racional de los recursos.
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