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“Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la trasmisión de esos conocimientos”,
Miguel de Unamuno.

domingo, 22 de abril de 2018

AGUAS DE LASTRE: ALGA INVASORA. QUIEN CONTAMINA, PAGA.


El análisis de los muestreos realizados por la Universidad de Málaga dentro del trabajo fin de máster de Cristina Pulido Leire, en 2017,  "Rugulopteryx okamurae (Dictyotales, Ochrophyta): Morfología, anatomía y estrategias reproductoras de una nueva especie exótica de macroalga en el Estrecho de Gibraltar", dirigido por María Altamirano, establece la certeza de que es fértil todo el año, PERO sólo por esporas vegetativas, nunca por reproducción sexual. Esto significa que, entre otras posibilidades, existe una entrada continua de propágulos, la cual, de ser bloqueada, podría frenar la enorme colonización que existe en nuestras costas, devolviendo el equilibrio al medio marino con profundidad entre 0,5 m a 15 m. de profundidad.


Para nosotras la fuente de entrada son los vertidos sin tratamiento de las aguas de lastres de los buques que fondean y desfondean en la Bahía de Algeciras y en Tánger Med, una hipótesis que tiene varias evidencias.


En el Mediterráneo sólo existe una cita de la presencia de este alga, en el sur de Francia, en la Laguna de Thau, zona dedicada al marisqueo de moluscos bivalvos, sobre todo ostras asiáticas, donde se ha encontrado muestras de pequeños rodales sin expansión agresiva. La otra cita es en el Estrecho de Gibraltar, donde sí aparece con una expansión agresiva. Dos lugares bien separados para que un ser vivo sin capacidad de desplazamiento, salvo por dispersión de semillas, se encuentre sin dejar rastro en el camino que les separa.


Dado que casi todos los organismos marinos tienen estadíos de su vida bajo forma libre planctónica o nadadora, prácticamente cualquier especie acuática es susceptible de ser transportada y liberada en una nueva área geográfica no conectada por vías naturales. Una vez liberados los organismos, su evolución depende de sus características y las condiciones del medio receptor (Seebens et al., 2013).

Datos actuales demuestran que los buques mueven alrededor del 80% de toda la mercancía mundial y transfieren aproximadamente 10 billones de toneladas de aguas de lastre anualmente (Endresen et al., 2004; Tsolaki y Diamadopoulos, 2010; Drake et al., 2014). De hecho, las especies invasoras acuáticas (mayormente derivadas de la transferencia de aguas de lastre) se encuentran entre las 4 mayores amenazas mundiales para los océanos (Seebens et al., 2013; Werschkun et al., 2014). Se estima que más de 3000 especies son transportadas por buques cada día, y que aproximadamente 40 invasiones recientes han sido mediadas por las aguas de lastre (Tsolaki y Diamadopoulos, 2010).

El transporte marítimo ha incrementado considerablemente en las últimas décadas y, consecuentemente, el volumen de agua de lastre transportado. En consecuencia la descarga no controlada de agua de lastre se está convirtiendo en un grave problema a escala mundial.

La introducción de especies invasoras por medio del transporte marítimo supera el 50% a nivel estatal frente a otras vías como la acuicultura (Nunes et al., 2014). Concretamente, en la Bahía de Algeciras se han registrado de 21 a 30 nuevas introducciones por esta vía.

En Septiembre de 2017 entró en vigor el Convenio Internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques (OMI, 2004). Esta norma se establece al ser una certeza que los buques hacen uso de grandes volúmenes de agua de mar en sus actividades y procesos. Entre todas las usadas el agua de lastre aparece como un desafío emergente, generando especial atención debido al transporte de especies invasoras y el impacto significativo que su descarga pueda tener en los ecosistemas y en las actividades humanas. De hecho, la transferencia de especies invasoras por medio de aguas de lastre aparece como una de las mayores amenazas mundiales de los océanos.


Aunque nuestro Centro ha redactados dos Proyectos (uno con el GALP Litoral Cádiz-Estrecho y otro con el Ayuntamiento de Algeciras) para la eliminación por valorización de los arribazones de Rugulopteris okamurae, sería idóneo formar ya una Comisión Interdepartamental donde se incluyan los tres Ayuntamientos afectados (Algeciras, Ceuta y Tarifa), la Consejería de Medio Ambiente, El P.N. del Estrecho, la APBA y el CEIMAR para valorar la mejor estrategia que:
1.- De forma urgente, aborde los costes de recogida de los enormes aportes que generan problemas a los usuarios de las playas y del P.N. del Estrecho para este verano. 
2.- De forma integral, desarrolle los medios para el control y gestión del tratamiento de los vertidos de aguas de lastre en nuestra zona con una aplicación y ejecución de no máximo un año.

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