La tarde estaba gris, viento de poniente, agua a 14ºC y la marea subiendo. Pero tras la gran levantera había que pisar la playa en busca de pistas que nos permitan definir un patrón de comportamiento del arribazón que pueda sostener un aprovechamiento a escala industrial.
Gema Rodríguez ya había encontrado restos de algas pardas en los aportes de La Línea. Teníamos que muestrear nuestra zona en busca de la primera en salir, la Cystoseira usneoide. Su capacidad de reproducirse por fraccionamiento nos ubica una primera cosecha en primavera. Pero ni rastro de ella, en cambio existían grandes machas de Asparagopsis armata.
Encontramos varios ejemplares de la Dyctiota, primero la nuestra "dicotoma" y luego la venezolana "pinnatifida", mezclada con la Asparagopsis armata. Por las toneladas recolectadas en Ceuta y en La Línea en 2016 se muestra con una biomasa explotable de grandes dimensiones. Aunque habrá que darle unos años para que la Naturaleza compense los espacios entre invasoras y autóctonas, no considero que mantenga este nivel de crecimiento por mucho tiempo. Algo harán nuestras algas para recuperar su territorio.
Recogimos algunos cadáveres, el mas significativo el de alca común, ave que parece sufrir con los temporales más que con el frío. Por que el agua estaba hoy prohibitiva...
Terminamos la jornada con un paseo por el laboratorio para ver su estado "eléctrico" y limpiar el congelador, que tras un mes sin suministro eléctrico (sabotaje del pasado viernes 24 de febrero) seguimos igual, la ELA Facinas se muestra como no competente para cumplir con sus responsabilidades. Total, para lo que nos queda dentro...
Bueno, qué intriga, a ver q os depara la dyctiota.
ResponderEliminarY venga, venios ya, q se os van a pudrir todos los productos.