El miércoles 20 de junio se presentó la Crema Facial Marina con factor de protección 25 de la MiniEmpresa Educativa ALGALUZ, constituida en el Programa Educativo INNICIA de la SEPER Tarifa.
Para ello se organizó desde el centro educativo en colaboración con la Delegación Municipal de Educación del Ayuntamiento de Tarifa un acto conjunto cuyo centro motor era una mesa compuesta por el Alcalde de Tarifa, la Delegada Territorial de Educación en Cádiz, el Presidente de la Junta Rectora del Parque Natural del Estrecho, el Presidente del GALP Litoral Cádiz-Estrecho y la alumna Luz Pelayo Cote propietaria de ALGALUZ.
Como bien dijo Paco Ruiz, Alcalde de Tarifa, este Plan Educativo y sus MiniEmpresas Educativas corrieron el riesgo de desaparecer cuando en marzo de 2017 por tercera vez consecutiva se cortó, por saboteadores anónimos, el cable de suministro eléctrico en la Nave del Punto en Facinas. La miopía política del actual alcalde pedáneo, Cristóbal Iglesias, se unió a la avaricia eclesiástica del anterior cura, Didier Octavio Jiménez, forzando el desalojo sin alternativa viable de continuidad. Y eso que esta acción educativa-formativa ha sido merecedora de diversos reconocimientos de prestigio:
- 2011/2012: Proyecto de Innovación Educativa “Innovación Educativa en el Parque Natural del Estrecho: explotación
renovable de recursos marinos, elaboración y comercialización”.
- 2015/2016: Tercer Premio de la XXVII edición del
concursos andaluz para el Fomento de la Investigación e Innovación Educativa,
modalidad Antonio Domínguez.
- 2016/2017: Proyecto de Elaboración de Materiales y
Recursos Didácticos, “Cosmetología Marina aplicada a la Educación
Permanente”.
- 2017/2018: Bandera de Andalucía en Cádiz, Premio a
la Innovación e Investigación Científica.
- 2017/2018: Mención Especial Premios Experiencias
Inspiradoras EUROPARC-España.
Gracias a la lucidez del actual Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Tarifa se pudo continuar con mejoras sustanciales en la instalaciones habilitadas durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre en el Edificio El Pósito -Tarifa-.
El compromiso del Parque Natural del Estrecho en el Proyecto ALGAS, tras validar el manejo del recurso natural, permitió que ALGALUZ acreditase durante el proceso de registro europeo la procedencia y etiquetado de las algas de arribazón empleada en su producción, Laminaria ocholeuca de la zona de Bolonia. José Carlos García Gómez, biólogo experto en la zoología marina del Estrecho, Presidente de la Junta Rectora del P.N. del Estrecho, con gran acierto definió nuestra aventura: lo han conseguido porque desconocían que era imposible.
Grandes también fueron los elogios de Nicolás Fernández, Presidente del GALP Litoral Cádiz-Estrecho, a la protagonista del día, Luz Pelayo Cote, exponiendo que es un modelo a seguir de mujer emprendedora. De forma rotunda reconoció que la actividad de aprovechar subproductos marinos da sentido a la continuidad en la zona de los Fondos Europeos FEMP.
Como colofón nuestra Delegada Territorial de Educación en Cádiz, Remedios Palma, explicó que desde que en febrero de 2018 conociera a Luz en el acto de entrega de las Banderas de Andalucía empezó a usar el Gel Antiarrugas MAR de TARIFA, al igual que Gema Pérez, Delegada Territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en Cádiz, con resultados sorprendentes. Subrayó la importancia de la Educación Permanente en Andalucía para una formación a lo largo de la vida.
Los Laboratorios GOEMAR S.A. (Francia) patentaron en 1994 la utilización de la laminarina en cosmetología, polisacárido presente en nuestras algas del Estrecho con alta actividad biológica. La incorporación de extracto del alga Laminaria ocholeuca recolectada en los arribazones de
octubre-noviembre de 2016 en Los Baños de Claudia -Bolonia- incorpora
polisacáridos de alto valor, especialmente laminarina con capacidad para
aumentar la respuesta autoinmune de la piel, además de una importante cantidad
de polifenoles con capacidad antioxidante. Estas dos funciones son muy
importantes en una crema de protección solar para no sólo evitar las quemaduras
de los rayos sino también recuperar los daños celulares en las partes más
profundas de la piel reduciendo el envejecimiento prematuro por agentes
externos.
Este nuevo concepto de aprovechamiento sostenible de los
arribazones promueve la economía circular, el aprovechamiento de subproductos
marinos que en verano son retirados de la costa como residuos, favoreciendo la
reducción y saturación de las zonas de depósito de residuos. Y el círculo se
cierra cuando no sólo se elimina un problema ambiental sino que se abren
alternativas productivas para el sector más castigado por el paro, las mujeres,
generando nuevos trabajos como las recolectoras, las procesadoras, las técnicos
de laboratorio y las comerciales.
En el desarrollo del producto ALGALUZ ha apostado por crear una
crema hipoalérgica con fotoprotección orgánica de nueva generación que es
biodegradable evitando la bioacumulación en el medio marino, siendo muy segura al ser
fotoestable y no provocando disrupción endocrina.
Para el regsitro en el Portal Europeo de Notificación Cosmética la
crema ha pasado rigurosos controles y ensayos:
- análisis de metales pesados en alga seca y en el extracto de algas.
Por debajo de los establecidos por la OMS.
- la capacidad antioxidante del extracto y del producto final, con
un valor de 5 veces la capacidad de la Vitamina E.
- microbiología con conservante ECO, sin parabenos, cloro y/o
fenoxietanol.
- pacht test para tolerancia dérmica y toxicidad, con un resultado
de 10.
- ensayo “in vitro” e “in vivo” de su capacidad fotoprotectora para
rayos UVA y UVB con una capacidad estable de no menos de 250 minutos.
La aplicación de las algas en cosmética, la Cosmética Azul, es un
sector maduro. Pero no se conoce ninguna actividad que use los arribazones sino
el segado en el fondo de la mar para conseguir materia prima. Su incorporación
por medio de procesos artesanos y naturales facilita el desarrollo local para
que sus pobladores sean los protagonistas del nuevo yacimiento de empleo,
dejando el valor añadido en la zona gracias a la comercialización de un
producto final y no de “alpacas de algas”, una innovación en el concepto de desarrollo
local.
