Nuestro curso es NON STOP, una carrera de ultra resistencia. Apareció la oportunidad en domingo y las alumnas a recolectar, sin complejos y con emprendimiento.
La previsión meteorológica nos anunció un mínimo de mar de fondo con viento de arrastre, suroeste. El sábado noche el whatsapp echaba chispas sobre cual sería el mejor lugar, a qué hora, dónde quedamos... Yo sólo observaba las iniciativas, como en la mayoría de mis acciones docentes, la enseñanza no procura aprendizaje si no existe iniciativa propia, sea por interés, motivación, competencia, necesidad...
La primera en echarse a la playa es Luisa Márquez Régen (MEE PIELSANA), a las 9:00 h., aprovechando su primer fin de semana libre tras su etapa laboral en la hostelería desde abril. Un lujo tener alumnado con este emprendimiento. Luisa realizó el itinerario clásico Bolonia-Baños de Claudia, describiendo un aporte en agua pero aún sin arribar. Sin embargo, se lleva tres envases llenos con la ayuda de Luz Pelayo (windgurualgas Bolonia)
Pero su primera exploración abre al grupo un puente de playa, mostrando pruebas de que sí ha habido mar de fondo, la herramienta que arrastra y nos trae las algas, en este caso un cadáver marino.
El siguiente grupo lo formaban Ana Alba, Julia González y Luz Pelayo (MEE ALGAE + ALGALUZ), a las 11:00 h. Pero con la información de Luisa, ALGAE decide llegarse por Valdevaqueros para "bichear", confirmando un aporte en buenas condiciones. Y allí que se van las tres, que se encuentran con MariLuz Cabellero (MEE Caminando entre Algas).
MariLuz Caballero preparaba su trabajo de itinerarios de interpretación costera y la pillamos con la mascota de su MEE: MARI ALGA.
Como ocurre bien entrado el otoño la especie Laminaria ochroleuca se desprende con facilidad, inclusive en esta ocasión con gran parte de estipe. Existe un gran bosque submarino de Laminaria ochroleuca en los entrantes de nuestros montes en la mar, conocido como la Bajeta de Tierra. Y de ahí parte este arribazón encontrado hoy.
Lo que se recolecta a mano lo transportan las alumnas a pie, lo que suele aportar unos 10 a 15 kg por persona. A veces vuelves con tanta alegría que no te pesa, pero al rato el hombro, las vértebras, las manos... te recuerdan lo que duran las endorfinas por el trabajo bien hecho. A lo lejos, las alumnas de vuelta con sus algas, cansadas y contentas.
